Únase a nosotros en un Circuito de 8 días de Casablanca a Marrakech. Comience en Casablanca, donde visitará la emblemática Mezquita de Hassan II. Viaje a Rabat, Meknes y Fez, explorando sus lugares históricos y sus medinas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Descubra las antiguas ruinas de Volubilis y sumérjase en la vibrante atmósfera de los zocos de Fez.
Continúe hacia Marrakech, donde visitará la antigua medina, palacios y jardines. Haga una excursión de un día a la ciudad costera de Essaouira antes de concluir su aventura. Experimente la riqueza cultural, las maravillas arquitectónicas y la cálida hospitalidad de Marruecos en este itinerario inolvidable.
Comience su viaje a Marruecos cuando llegue al aeropuerto de Casablanca y sea recibido por su guía conductor de Traverse Morocco y trasladado a su hotel de Casablanca. Por la tarde, visita de los principales lugares de interés de Casablanca, incluida la Mezquita de Hassan II. Alojamiento en el hotel de Casablanca.
Excursión de día completo por el patrimonio de la ciudad de Fez, una de las ciudades imperiales más antiguas de Marruecos, con su guía local experto en viajes a Fez. Visite la antigua medina amurallada, patrimonio mundial de la UNESCO, monumentos históricos (como la Madrasa Bou Inania, la Mezquita Kairaouine y el Mihrab), curtidurías tradicionales, bazares y zocos (como Souk Ain Allou (zoco del cuero), Souk Attarine (especias).
Souk au Henne (henna y kohl)), Fes el Jdid, el exterior de Dar el Makhzen (Palacio Real), incluida la enorme puerta meriní de Bab Dekakene, antigua entrada principal del palacio real, el Mellah (antiguo barrio del patrimonio judío marroquí) y la fortaleza Borj Nord, de finales del siglo XVI. Regreso al riad de Fez. Alojamiento en el riad de Fez.
Continúe su viaje a Marruecos pasando por Ifrane, Azrou, Khenifra y Beni-Mellal en dirección suroeste hasta Ouzoud. Entre bosques de cedros y pinos, la ruta de Ifrane a Azrou atraviesa el Atlas Medio marroquí. Mientras viaja hacia la cascada de Ouzoud, atravesará las ciudades de Khenifra y Beni-Mellal, situadas en las estribaciones suroccidentales de las montañas del Atlas Medio. Visite la cascada más alta de Marruecos, la Cascade d’Ouzoud, de 110 metros de altura. Alojamiento en un riad de Ouzoud.
Viaje a Marrakech, la ciudad imperial de Marruecos conocida como la Joya del Sur y punto culminante de sus vacaciones en Marruecos. Por la tarde, visita de medio día a Marrakech con su guía local experto en viajes a Marrakech.
Su recorrido patrimonial por el impresionante pasado de Marrakech incluye la antigua medina amurallada, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Palacio de la Bahía, el Palacio el-Badi, la Mezquita Koutoubia, las tumbas saadíes, la plaza Djemaa El-Fna y los zocos de Marrakech. Escápese del bullicio de la antigua medina y entre en la paz de su riad en Marrakech. Alojamiento en un riad de Marrakech.
Excursión de día completo a Essaouira. Situada en la costa atlántica, esta relajada ciudad cuenta con una increíble historia, ricas raíces culturales y una fascinante mezcla de arquitectura europea y marroquí del siglo XVIII.
Hoy en día, Essaouira es popular entre artistas nacionales e internacionales y acoge el famoso festival de música Gnaoua cada mes de junio. Dispondrá de tiempo libre para explorar la medina del siglo XVIII de Essaouira, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, degustar marisco fresco o relajarse en la playa. Regreso a su riad de Marrakech. Alojamiento en un riad de Marrakech.
Día libre para explorar más de Marrakech, sus jardines (por ejemplo, el Jardín Majorelle, el Jardín Aguedal, el Jardín de la Menara) y su arquitectura, comprar algunas gangas en los zocos, relajarse en un hammam tradicional marroquí o degustar la deliciosa cocina de Marrakech o disfrutar del espectáculo La Fantasía. Pase la noche en un riad de Marrakech.
Traslado al aeropuerto de Marrakech donde finaliza este viaje por Marruecos.
La mejor época para visitar el desierto del Sahara es durante los meses más fríos, de octubre a abril, cuando las temperaturas son más suaves y agradables para explorar.
La cocina marroquí es variada y sabrosa, conocida por platos como el tagine (guisos cocinados a fuego lento), el cuscús y la pastilla. Suele llevar una mezcla de especias como comino, azafrán y canela.
